En este blog se trata de SEGUIR PESCANDO a través del texto para mantenernos conectados con la pesca. Y el de promover diferentes acciones o actitudes para que podamos SEGUIR PESCANDO a través del tiempo.
Aquí encontré la forma de agrupar y compartir algunos textos publicados en diferentes medios donde tomé participación, con el solo interés de difundir mis experiencias y opiniones.
Espero continuar agregando notas que puedan tener interés en los lectores que quieran SEGUIR PESCANDO.

domingo, 6 de marzo de 2011

Pesca en el Norte Correntino

Fabio Baena - Publicado en http://www.arpemo.com.ar/ - 2009
El norte tambie existe en la pesca con mosca... y como!!!

Quien define un destino de pesca lo hace en función de sus objetivos, y muchas veces, cuando las costumbres están muy arraigadas, se pierde la visión general de las posibilidades que ofrece un mismo ambiente de pesca.
Por ejemplo, buscar récords es frecuente en la pesca, asociando el término a la captura de peces de gran tamaño, y no son pocos los pescadores que persiguen ese objetivo, al menos sobre sus propias marcas. El norte correntino se presenta como uno de los ámbitos más frecuentados para alcanzar esa meta, sobre todo por la diversidad de especies con tamaños importantes, tanto de cuero como de escamas, sumado a la facilidad de acceso de los pesqueros y la simpleza de las técnicas empleadas para lidiar con un pez que supere las dos cifras en kilogramos.
Sin embargo, desde hace ya algún tiempo se están empezando a mostrar nuevas propuestas en esta zona, incluso impulsadas por algunos de los habituales buscadores de récords, proponiendo ahora nuevos desafíos; tal vez rompiendo casi una tradición correntina.
Así empieza a vislumbrarse una alternativa de pesca con mosca de calificadas características, sobre todo por que admite una variedad de especies con propiedades muy destacadas que un mosquero sabrá apreciar. No es difícil capturar en una misma jornada de pesca, ambas variedades de Pira Pitá, Pacúes y Dorados, con la posibilidad de conseguir algunas tallas que pueden llegar a ponernos en un verdadero apriete.

Totalmente antagónica al método de remolcar señuelos o derivar con un pez ensartado en el anzuelo, durante todo el día por el medio del río; la pesca con mosca se practica buscando bordes por cientos de kilómetros de costa, considerando entre estos los que trazan las islas que abundan o los arroyos que nacen y mueren sobre el mismo Paraná.
Estas márgenes están provistas de diferentes situaciones que se leen con facilidad, destacándose sobre todo una vegetación abundante que muchas veces balconea sobre el agua provocando contrastes luminosos apropiados para el asecho de los predadores, sabiendo que desde las sombras es mas fácil ver hacia las zonas mas iluminadas y viceversa, que además estas sombras proyectadas sobre el agua son casi constantes si notamos que la orientación de este tramo del río Paraná acompaña el sol en su recorrido.
Esta densa vegetación costera se renueva permanentemente, y los árboles mas jóvenes empujan a los mas longevos tratando de ganarse un espacio en tierra, con el tiempo, los caídos por debilidad mueren, convirtiéndose en los misteriosos “paleríos” que no pueden pasar desapercibidos por cualquier mosquero, esperando que ahí se oculte la presa del día.
Otros ámbitos probables, menos frecuentes pero no menos evidentes, son los encuentros de aguas con distinto tinte, que se marcan dependiendo de la situación hidrológica del Paraná; o los bordes de pedregales que se arriman al río, provocando puntas que interrumpen la homogeneidad con que el agua se desplaza, también islotes solitarios se tallan en la corriente, formando ámbitos ideales para intentar tentar uno de los grandes.
Resumiendo, son numerosas las situaciones que se deben saber interpretar, tanto dentro como fuera del agua. Así es como se dibuja el tablero de este juego, solo queda definir las estrategias para alcanzar la meta pretendida.

Metas y Estrategias
Son muchas las especies que se pueden pescar con mosca, además  algunas de estas admiten distintas técnicas, y eso le pone un condimento especial al ambiente.
Es común ponerse un objetivo y dedicarse de lleno por un periodo determinado. Desde destinar el viaje entero a un pez o técnica única, hasta alternar según diferentes circunstancias que puedan surgir en periodos cortos dentro de un mismo recorrido.
Encarar un viaje al norte correntino, por distancia sobre todo, requiere como mínimo un par de días netos de pesca, y son tantas las variables que pueden producirse que es recomendable equiparse para responder a cualquier alternativa. Incluso, no esta mal llevar preparado dos equipos distintos en la misma embarcación, por pescador.
Por ejemplo, podemos estar haciendo una deriva con caña de mediana potencia y línea de flote, buscando el Pirapitá en aguas tranquilas y frescas sombras, y en pocos metros mas abajo se presenta una situación de fuertes correderas interferidas por palos vibrantes, donde parece mas adecuado subir la potencia de la caña y hundir una mosca mas voluminosa para provocar el ataque de algún “Dorado Premium”.

Asumiendo esta propuesta, el equipo que mas propende a utilizarse es de media potencia, con una línea de flote, leader del largo de la caña aproximadamente y una mosca que pretenda imitar una mojarra chica a mediana, a mi entender esto es un buen equipo polivalente. Y complementar con una caña fuerte, que permita meter rigor a una presa mas torpe que ágil, una línea de hundimiento rápido y leader corto para que acompañe la profundidad propuesta por esa línea, y una mosca simulando un pez de mayor tamaño, silueta marcada, y color tendiente a los oscuros. Bien acomodado este equipo en una de las bandas del bote, pero listo para ponerlo en acción cuando la ocasión lo requiere.
Así es como se puede encarar una pesca completa. Apuntando a quienes disfrutan de la variedad, y pretenden acción plena.
Sin embargo se puede plantear otra propuesta mas específica, desafiando a los peces para que ataquen moscas de flote. Es muy atractivo y cautivante hacerlo con imitaciones de insectos terrestres que por accidente caen al agua. El instante de placer que produce esta pesca se concentra en la vista, aun sin tener contacto con el pez. Después, cuando el pez decide aceptar ese objeto como alimento, prácticamente culmina el efecto del engaño y queda satisfecha la intención del pescador, ahora comienza la pelea por arrimar el pez hasta nosotros. Nada distinto a cualquier técnica de pesca con mosca.
En la pesca de salmónidos se utiliza la popular “Chernobil” como un insecto terrestre multipropósito, y en este ambiente tampoco es la excepción. Es una mosca de probada eficacia, simple de atar y obviamente, en este caso, comparte las cajas para el Litoral y la Patagonia. Esto ayuda a que no se deba complementar el arsenal ya dispuesto para cada ambiente.
Sin embargo, con un poco de vergüenza y osadía, me permití poner a disposición de los peces norteños una mosca de características curiosas, que por razones de simpatía o azar decidí nominar como La Culona” (ver articulo en PescARTEsano)

No fueron pocos los ataques que la Culona recibiera en el breve tiempo que dedique a su pesca. Incluso tengo viva en mente la imagen de un Pirapitá, que en su desesperación por atrapar la mosca salió de cuerpo entero sobre la superficie del agua, casi antes que esta termine de caer; y mi instinto “animal”, mezclado de asombro, contrajo el brazo de la caña sacándole la mosca de la boca…
Me atrevo a decir que este ambiente esta casi inexplorado y queda muchísimo por probar y aprender, la propuesta está abierta, sobre todo para los que encuentran el placer de la pesca con mosca en los desafíos…

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