En este blog se trata de SEGUIR PESCANDO a través del texto para mantenernos conectados con la pesca. Y el de promover diferentes acciones o actitudes para que podamos SEGUIR PESCANDO a través del tiempo.
Aquí encontré la forma de agrupar y compartir algunos textos publicados en diferentes medios donde tomé participación, con el solo interés de difundir mis experiencias y opiniones.
Espero continuar agregando notas que puedan tener interés en los lectores que quieran SEGUIR PESCANDO.

jueves, 3 de marzo de 2011

Pesca del Tucunaré (mosq)

Texto: Fabio Baena - Publicado en http://www.arpemo.com.ar/ - 2009

Pesca con mosca del Tucunaré en el Río Sucundurí (Nota mosquera)

 En Octubre de 2008 tuve mi primera experiencia de pesca en Amazonas, esto es lo que me lleva a escribir después de haber vivido seis días intensos de pesca con mosca buscando casi exclusivamente al Tucunaré.
El río Sucundurí es tributario del Madeira, este último es uno de los principales ríos que componen la cuenca amazónica. Partiendo con vuelos comerciales, taxi aéreo, barco y lanchas, llegamos hasta el campamento base, desde donde se desarrolló toda la pesca.
Podría llegar a decir que comencé a pescar tres meses antes, cuando confirmé mi viaje con la agencia donde contraté el servicio. La etapa de los preparativos fue muy intensa y entretenida, buscando información de todo tipo y en los medios que fuera, aunque siempre me pareció insuficiente. Sin embargo, esto le agregaba un atractivo estimulante para crear propias teorías y seguir investigando sobre técnicas de pesca, de lanzamientos y especialmente a los tipos de artificios que podrían ser adecuados. Fueron muchas horas frente a la morsa de atado tratando de materializar lo que proponían mis ideas, ensayando y adaptando los patrones según las sugerencias de amigos atentos a mis objetivos.
Para redactar esta experiencia con un sentido más bien técnico y orientado a la pesca con mosca, lo desgloso en dos temas principales: Los preparativos junto a las premisas básicas y las conclusiones después de la experiencia vivida.

·         Preparativos y premisas básicas
Cualquiera sabe que hacer un viaje de este tipo requiere un importante desembolso de dinero, y esta debe ser la mayor condicionante para decidir viajar o no. Me vi tentado por una nota periodística publicada en un medio gráfico y asumí que este era el momento para cumplir uno de mis sueños más deseados.
Programar este tipo de pesca, no solo requiere una inversión importante en la excursión, también es muy probable que se deban afrontar otros gastos adicionales en equipamiento mas especifico, teniendo en cuenta alguna alternativa que a futuro pueda tener utilidad en otro ámbito.

  -  Definir el equipo de pesca:
Decidí viajar con tres medidas diferentes de cañas, sin reemplazo entre sí; mas una amplia variedad de líneas por equipos. Desde flote a hundimientos muy rápidos, pasando por intermedios e incluso de puntas intercambiables. La máxima potencia fue para una caña #10 de acción de punta, una caña #8 de acción media, como equipo de rango intermedio, y una caña baja #5, pero de acción de punta. Esto es lo que me pareció adecuado según las expectativas de pesca, considerando además las limitaciones en el equipaje. Opté por correr el riesgo de romper algún equipo, en tal caso, adaptarme como sea para poder seguir pescando; asumiéndolo como parte del juego.
Las cajas de moscas estaban cargadas de diseños comunes y exclusivos, con un marcado estilo de moscas para Dorados, clásicas como Andinos y alternativas que no me atrevo a bautizar. Organizadas especialmente en tamaños, materiales y colores donde predominaban los tonos claros. También fue de la partida una caja exclusiva de poppers y otra caja de moscas pequeñas donde incluían streamers clásicos para truchas, hasta algunas secas atractoras.

  -  Reconocer los ambientes de pesca:
En este caso interpreto que pescamos Tucunarés en varios ámbitos diferentes.
Preferentemente se lo busca en lagunas con baja profundidad, haciendo los lances desde el bote hacia la costa, buscado de ubicar las moscas lo mas próximo posible a las “estructuras” (Árboles, ramas, raíces, etc., en la costa o en medio de la laguna).


      Las mejores horas para pescar son los bordes del día, amanecer y anochecer; y la peor hora es cuando el sol esta justo en su punto mas alto.
Tampoco se puede dejar de pescar cada boca, de entrada o salida a las lagunas, recorriendo todos los bordes en ambas márgenes.
Me resultó muy curioso e inesperado pescar los bancos de arena del cauce principal. En estas “praias” la corriente forma canaletas transversales donde se acercan los Tucunarés para pernoctar. Ámbito propicio para que se den muy buenos momentos de pesca en las primeras y ultimas horas del día.

   -  Analizar las técnicas de pesca:
Como se plantea más arriba, lo más común es castear perpendicular a la costa sea cual fuera el ambiente; el agua es muy clara que prácticamente no corre, ni tampoco hay viento, mostrando una superficie muy lisa que permite al pez vernos con mayor facilidad. Por eso estimo que la distancia es muy importante, conviene hacer lanzamientos bien largos con cierta precisión para poder ubicar la mosca cerca de las “estructuras”, sin dejarla colgada en alguna rama. Cuanto mas perpendicular sea el lanzamiento tenemos menos riesgo de enganchar en las estructuras sumergidas al momento de “activar” la mosca.
Tener en cuenta que en estos casos prácticamente no existe la deriva, es acción neta de la mano que sostiene la línea y un poco de la punta de la caña.
Pescar en las playas de arena admite dos formas: desde el bote, similar a lo planteado para las estructuras, o caminado desde la costa, transformándolo en una experiencia única. Pescar durante los últimos minutos de luz natural, caminado en la playa de un río amazónico, con los primeros sonidos de la noche a nuestras espaldas, y los borbollones de los peces cazando delante; solo hay que vivirlo para entender que significa estar ahí.
En todos los casos es importante comunicarse permanentemente con el “piloteiro” para acomodar el bote a conveniencia del pescador, es una tarea complicada por la diferencia que tenemos con el idioma, sobre todo por que los guías son pobladores de la misma zona y tienen un portugués muy “cerrado”, poco a poco nos vamos acostumbrando a entenderlos y hacernos entender.

·         Algunas conclusiones:
Esta experiencia, como es común, fue creciendo en la medida que corrían los días, y de ahí me permito sacar algunas conclusiones.

  -  Sobre los Equipos:
Saqué mejor provecho a la caña #8 con una línea de flote #9, por varios motivos:
El tamaño y peso de ese equipo se adecuaba más al tamaño de los peces y las moscas a castear; además de las jornadas largas y repetidas, considerando un clima caluroso y húmedo, sin viento, que baja el rendimiento físico a cualquiera. Esto hace que los equipos muy grandes se transformen en inmensos e incómodos.
La línea de flote #9 era color blanca, sin ser específica para climas calidos (creo), funcionaba mejor que otras líneas; supongo que ese color tolera más la incidencia del sol. Entiendo que las líneas comunes con la temperatura alta se tornan “chiclosas”, nunca lo había experimentado. Mi percepción fue que las líneas comunes se retuercen -supongo que por “ablandarse”- cuando la tenemos fuera del reel; eso prácticamente imposibilita el lanzamiento.
Si bien probé con casi todas las líneas, me parecieron más adecuadas las de flote, aunque alargando el leadear al doble de lo sugerido, además de agregarle un lastre en el extremo del tippet; con la intención que hunda la mosca lo más rápido posible y su permanencia en profundidad no debía ser demasiado, para poder sacarla pronto del agua y volver a lanzar nuevamente. Técnica que no se adecuaba a las líneas de hundimiento. Sin embargo, con caña #8 y línea de flote #9, lograba buena distancia, justamente lanzando como si fuera un shooting tapper. El leader sugerido era de 1m de longitud y 0,60mm de diámetro sin progresión. Terminé utilizándolos en diámetro 0,50mm y de dos metros de largo con una mitad torcionada y otra mitad simple.
Después de tres días de pesca replantee el equipo y descarté varios implementos que arrastraba cada mañana al bote. Casi el 50% de las moscas, los spool y cassettes de líneas pesadas, bobinas de monofilamentos, incluso la campera de lluvia, guantes, cuellera, sombrero y hasta el calzado seco.
A medida que empezada a entender la pesca y ambientarme en el lugar, definí una posición más cómoda.
Esta región de la amazonia no es tan hostil como uno imagina, paciencia para tolerar el calor y mucho liquido, pero cada día el cielo nos regalaba un buen chaparrón de 15 a 30 minutos, que en este caso opté por no protegerme con ningún tipo de impermeable, solo me mojaba y en otros 15 minutos estaba seco de nuevo. Con el sol tuve más respeto, utilizando un factor de protección importante, eso fue suficiente. En el bote o tierra se puede estar con calzado liviano, incluso sin nada; las costas, que se accede muy poco, son generalmente arenosas o cubiertas por un compacto colchón de hojas. Simplemente acepté la naturaleza tal cual es.
No utilice guantes ni pinzas para subir los tucunarés al bote, aprendí a tomarlos de su labio inferior y el pez queda totalmente dominado sosteniéndole así la cabeza para evitar el desagradable zamarreo. Incluso, una vez trabada la boca con nuestra mano, sin sacar el pez del agua, ya podemos retirar la mosca de su boca. Subirlo es apenas un instante para apoyarlo en la mano opuesta bajo su abdomen o cola, foto y al agua. Esta manera de tratarlo es mas sano para el pez y muy practico para el pescador. El único detalle a tener en cuenta es de observar con atención donde está ubicada la mosca dentro de la boca del pez, para no lastimarnos al agarrarlo. Después de varios peces, tuve que cubrir medio dedo pulgar con tela adhesiva, para evitar el roce del labio del pez, que va mellándonos la piel.

   -  Sobre la Pesca:
La técnica mas simple con que obtuve mejores resultados fue: castear largo pasando la estructura, dejar hundir la mosca hasta perderla de vista y comenzar a traccionar con tres o cuatro tirones largos y rápidos; ese era el momento con mayores posibilidades de tener un buen pique; juntar un poco mas de línea para poder sacar la mosca ya del agua y volver a castear a otro rinconcito de la estructura. Es muy probable que en los últimos tirones de la línea, incluso ya sacando la mosca del agua, se la disputen muchos tucunarés pequeños, aunque se puede dar el caso que un pez de buen porte abandone su guarida para atrapar la mosca. Recuerdo un buen Tucunaré que acelera la corrida para alcanzar la mosca mientras empezaba a cargar la caña; la tomó y mantuvo la dirección de su carrera pasando debajo del bote, por suerte estaba en proa y me dio tiempo a describir un arco con la punta de la caña rozando el agua, para girar a 180° y acompañar la embestida, “quemándome” los dedos con la línea hasta hacer contacto con el reel.
Con el tiempo me fui dando cuenta que era conveniente “esperar el lugar”, sin apurar el lanzamiento, digamos, dejar que el bote se desplace hasta tener la posición mas propicia. Esto nos permite hacer un lance mas preciso, tenemos menos riesgo de enganchar la mosca y alterar el sitio en su búsqueda, además, es importante no gastar energía innecesariamente.
Un detalle: los bordes de lagunas que entran muy suave al agua, es terreno de Trairas (Tarariras), meter una mosca en ese tipo de ámbito, es pique seguro de “Tarucha”, en esta situación se tornan despreciables, sobre todo por que destruyen las moscas y el objetivo es otro. Hasta descubrir su hábitat y como evitarlas, me llevó unas cuantas capturas. Su pique es muy violento y nunca se tragan el anzuelo, supongo debe ser por que la mosca les pasa muy rápido por delante. Distinto a la técnica que particularmente empleo cuando las pesco en mi zona.
Pescar los bancos de arena desde el bote exige lanzamientos extremadamente largos, el pez en las playas esta muy sensible a cualquier movimiento, ahí no tiene protección alguna, el campo de visión es inmenso y permanece con todos los sentidos agudizados para la huida. Y jamás, cualquier pez que sea, va a tomar una mosca en actitud de escape. Por algún motivo especial el Tucunaré utiliza las playas para pasar la noche, es muy probable que sea para huir de su predador mas activo, los “Botos” (Delfín de agua dulce). En los periodos de luz difusa, cuando comienza a aprontarse en estos sitios, aun se siente vulnerable, sin embargo no deja de cazar cuando tiene la oportunidad. También la luz difusa afecta nuestra visión, pero se lo puede ver patrullando el terreno por el contraste que se produce frente un fondo claro y homogéneo. Acá las mejores situaciones se dan con la deriva del bote aguas abajo, así empiezan a aparecer delante nuestro los “dorp off” (depresiones en forma de canaletas transversales), muy fácil de advertir por su marcado contraste oscuro, esto indica el sitio apropiado para que se ubiquen los peces.
Caminar la playa nos permite acercar bastante a los peces vadeando por las lomas que quedan entre las canaletas. Aprovechando que el agua en esta situación corre, resultó muy efectivo castear aguas arriba para dejar que la mosca entre en la canaleta derivando. La explosión que se produce en la superficie del agua, asusta; son varios tucunarés que se lanzan a capturar ese pececito que por descuidó entró en zona de riesgo. La pelea es intrigante, cuesta definir el tamaño del pez hasta tenerlo cerca, la potencia del tucunaré es difícil de comparar o medir, no se si es por el tipo de ambiente donde esta el pez o nosotros por hacerlo ahora caminando, pareciera tornarlos mas fuertes y activos.


 - Que más se puede pescar
La diversidad biológica que contiene la amazonía, admite una variedad de peces impensable. Si bien es posible que busquemos concientemente la pesca de otras especies, solo intenté hacerlo con la Matrinchá, de la familia de los Brycon, emparentada con el Pira-Pitá. Lamentablemente no pude tener ninguno de estos peces en la mano, a pesar de un par de capturas erróneas. Por cierto, muy veloces y saltarines.
Sin embargo, el azar me permitió capturar otras especies, mientras mi objetivo era la pesca del Tucunaré.
Además de las Hoplias, como menciono mas arriba, las Jacundá fueron las más frecuentes, especie de Crheniciclas, pariente del San Pedro o Cabeza Amarga, muy vistoso para los acuaristas. También capturé una Arawana, de dimensiones para pecera, especie que llega a un metro de longitud. Su captura fue muy curiosa, arrebatándole la mosca a un Martín Pescador que se lanzó desde una rama, compitiendo por la misma presa. Solo una Piranha Preta llegó a la foto justo en plena lluvia, las demás rompían todo, esta especie de Serrasalmus es pariente de algunas Palometas de la cuenca Paranoplatense. También fue curiosa la captura de una pequeña Cachorra, debido a que su hábitat no era el acostumbrado. Este pez, de la familia de los Hydrolycus, se confunde generalmente con los Chafalotes, especie de Raphiodon, tal vez por sus sobresalientes colmillos inferiores.




-  Sobre las Moscas:
Lleve demasiadas moscas que utilicé muy poco, incluso nada, sin embargo me faltaron moscas; creo que es importante definir 4 o 5 patrones únicos y hacer combinaciones de colores sobre estos.
El tamaño de las moscas no fue condicionante, los tucunarés pequeños tomaban sin inconvenientes las moscas muy grandes y los Tucunarés grandes tomaban también las moscas pequeñas.
Mi intención de pescar con caña #10 estaba más relacionada a poder castear moscas muy grandes (mas de 15cm), que al propio tamaño de los peces. Los datos previos del viaje hacían notar que en el lugar había una gran cantidad de tucunarés, pero para hacer una pesca selectiva de los más grandes se emplean señuelos sonoros y con hélices; dato considerado en que la gran mayoría de los brasileros utilizan el Bait-Cast para pescar Tucunaré, técnica que tienen muy bien desarrollada. Casi imposibilitado de lograr esas características decidí hacer intentos con moscas muy grandes. Sin embargo estas moscas eran atacadas de igual forma por Tucunarés de pequeño porte. Por lo que prácticamente descarté la caña y moscas grandes.
Las moscas destacadas fueron blancas y cabeza roja; blancas y cabeza amarilla; amarillas completas o amarillas y cabeza chartreau. Mis moscas preferidas fueron las de pluma de Suri con cabezas tipo andino en craftfour; y después las de pluma de gallo con cabeza de palmer chenille con brillo. Entre 10 y 15cm de largo y ambos casos con ojos de plomo o bronce. Supongo que estas moscas funcionaron bien por que me permitían alcanzar largas distancias con precisión, además tienen buen movimiento para aguas lentas y hunden muy rápido.


Para Tucunarés pequeños, cuando utilicé la caña #5, pesqué muy bien con “muflonas gorditas” que en el lugar las apodé como “Popoqueras” (ver paso a paso en PescARTEsano); La Popoca es una especie de Tucunaré que no alcanza gran tamaño, muy vistoso y colorido, vive en colonias numerosas bajo densas estructuras, que con equipos livianos nos deparan un momento muy entretenido.

También preparé una amplia variedad de poppers clásicos y alternativos, sin embargo no me dieron buenos resultados o los esperados; eran atacados pero no devorados. Veía los borbollones o embestidas, pero no los engullían. Combinando técnicas de tracción, colores y patrones, pero no efectivizaba ninguna tomada, supongo que los Tucunarés agredían los poppers con intención de ahuyentarlos de su ambiente, como buenos territoriales que son. Ante la dificultad que ofrece el lanzamiento y la poca efectividad, digamos que nula, descarté definitivamente estos artificios.
Es importante destacar que no perdí ninguna mosca por enganches, son fáciles de recuperar en estos casos. Las pocas que se pierden son por cortes que provocan los peces, básicamente cuando se enredan en las estructuras, que con golpes secos más los roces, cortan sin inconveniente un monofilamento con mas de 40lb de resistencia. Si bien el tucunaré no destruye tanto las moscas por no tener dientes, la cantidad de piques las va deteriorando poco a poco.


·      Conclusión final
Decidir hacer un viaje de este tipo no es un detalle menor, como lo planteo mas arriba la condición económica es el factor fundamental. Se puede llegar a pensar cuantos viajes a otros sitios haría con el mismo dinero, si tendré alguna otra posibilidad de volver a hacerlo, etc., etc. Una vez asumido y definido esto, queda solo por delante disfrutar con la capacidad y los medios que se tengan. Hoy las alternativas son muy flexibles, las propuestas muy diversas, solo depende de nosotros saber adaptarnos. Tengo fe que alguna vez volveré, en principio por que a mi gusto la pesca del tucunaré es impresionante, antes del viaje creí que dedicar seis días a la misma especie podría llegar a ser aburrido y es todo lo contrario. Tampoco me pareció que sea una pesca tan “extrema”, está al alcance de cualquier mosquero que esté equipado para la pesca del Dorado. Además tengo una afinidad especial con en el Amazonas en si mismo. Me atrae toda la mística que este ambiente encierra, los desafíos de pesca que propone, más algunos pendientes que me quedaron por resolver.
Espero que estas palabras sean útiles para quienes pretendan tener alguna experiencia similar. Todavía dudo haber terminado este viaje, sobre todo mientras escribo. Aun sigo razonando sobre los aciertos y errores, mis decisiones antes de la partida hasta las improvisaciones en el propio ambiente de pesca. De lo que estoy seguro es que lo disfruté muchísimo y logré uno de mis objetivos más ambiciosos. “Pescar en el Amazonas”.
Por ultimo quiero agradecer a los amigos que, de alguna forma u otra, estuvieron atentos a este viaje y me ayudaron a interpretar, entender y disfrutar de esta nueva alternativa de pesca.

Pero, nada de esto hubiera sido posible sin la aprobación y consentimiento de mi familia, a quienes les debo mi afecto, respeto y admiración. Simplemente por saber asumir que esta es mi pasión, y aceptarme con estas condiciones.

1 comentario:

  1. Saludos. Amigo Pescador. Pescar y escribir, que buen articulo. tengo unas preguntas ¿al utilizar una linea 9 para un equipo #8, no hace que se canse mas el brazo al estar casteando? ¿puedes compartir fotos de las moscas que mas utilizaste, aparte de las que publicaste?¿las cañas que utilizo son de 9 o 10 pies?

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