En este blog se trata de SEGUIR PESCANDO a través del texto para mantenernos conectados con la pesca. Y el de promover diferentes acciones o actitudes para que podamos SEGUIR PESCANDO a través del tiempo.
Aquí encontré la forma de agrupar y compartir algunos textos publicados en diferentes medios donde tomé participación, con el solo interés de difundir mis experiencias y opiniones.
Espero continuar agregando notas que puedan tener interés en los lectores que quieran SEGUIR PESCANDO.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Del dulce Paraná al salado Caribe

Publicado en la revista ECO Ciencia & Naturaleza Nº28 - 2011
por Fabio Baena

_ Fabio, ves los Sabalitos rolando al frente?…
_ No Reinier, no los veo…
_ Lanza, lanza adelante, lanza!!!
_ Pero no los veo…
_ Lanza igual…. suelta la mosca, suéltala ahora!!!... oh no… se asustaron.
Pescar en el Caribe para mucha gente supone un mar abierto de profundos azules y peces de picos afilados que atraviesan el agua hasta pinchar el cielo, como esas imágenes que Hemingway supo mostrar en sus relatos. Sin embargo existen otras alternativas de pesca planteadas en ambientes donde hacer pie no es tan difícil.
Más de un año atrás surgió la propuesta de viajar a Cuba para buscar una nueva experiencia en pesca con mosca, y es curioso como se fueron afectando los ánimos mientras lo cotidiano convive con la ilusión de mojar las moscas en agua salada. La ansiedad de estar en el lugar demora los días, después pasan cosas como despertar a media noche y asomarme al borde de la cama para ver lomos grises de peces que merodean la habitación, pero al final, un tembleque sacude los hombros aguantando el peso que uno mismo se carga, imaginando volver con la memoria de la cámara llena de paisajes, y eso no es lo que fuimos a buscar. Nadie tiene la pesca asegurada en ninguna parte del mundo.
Ahí es cuando creo que la dimensión de un pez atrapado no se calcula en kilos, para mi es el producto entre la feliz ilusión de pescarlo y el ego que se disfruta al contar una y otra vez la historia. Con estos parámetros cada pescador le dará distinta medida a su pez y justifica ese dicho popular que los presume de mentirosos.
El destino final en Cuba fue la Isla de la Juventud, llamada así a partir de 1978 en homenaje a la recuperación que impulsaron los jóvenes después del desbastador huracán Alma, formando parte del archipiélago de los Canarreos se inscribe en la literatura universal recreando historias de piratas y tesoros ocultos.
Estos ambientes de pesca son muy solicitados por la comunidad de pescadores de todo el mundo, por eso existen cupos que limitan la explotación del recurso natural con un fin turístico. Estas limitaciones son impuestas por las autoridades cubanas protegiendo los archipiélagos desde que fueron declarados como Parques Naturales Marinos.

Ver o no Ver, esa es la cuestión.
Desde Nueva Gerona, ciudad principal de la Isla, cada mañana partíamos hacia la Marina donde nos esperaba un bote pequeño que oficia de único sustento durante todo el día. Con éste zarpábamos a diferentes destinos en un radio mayor a la hora de navegación. Ese andar constante toma un ritmo sincrónico y ondulante que copia del mar, mientras el sonido del motor invade el ambiente incomodando la charla; bajo esta situación el alma se contrae en si misma y la mente carga imágenes soñadas, repasa las teorías y reza por una oportunidad de encuentro. Navegando la mirada se traba recta en un horizonte liso inalcanzable, algunas siluetas de tierra minuto a minuto definen su forma y de pronto nos encontrarnos casi haciendo tope con un tupido verde manglar, mientras se va buscando el emboque de un canal que atraviesa zigzagueante el cayo. Y así sobre el plano horizontal que nos sostiene vamos rayando de blanco esos colores impintables que arman los paisajes marinos. No hay palabras que los describa ni fotografías que los muestren, no queda otra alternativa que vivirlos para guardarse las sensaciones en cada casillerito de nuestros sentimientos.
Hablar de pesca acá suena extraño. Si nos imaginamos con una caña en la mano y el objetivo es atrapar un pez, tal vez de eso se trate, pero cuesta definirlo solo por un medio y un fin. Supongo una situación similar a una cacería sin muerte, rastrear el animal, encontrarlo y tratar de atraparlo para solo tocarlo por un instante y dejarlo ir.
Lo difícil es cazar entre dos medios como el aire y el agua, yo de un lado y él del otro. La transparencia del agua no tiene límites, pero apenas una suave brisa moldea la superficie de tal forma que abajo parece todo moverse. Las nubes también son cómplices de los peces, y los que pudieran estar a nuestro alcance se entonan sobre apagados contrastes. Lo importante es aprender a distinguir lo que se ve y eso se educa con el día a día, sobre todo por que los peces en su evolución se formaron para no ser vistos por presas y predadores, y lo que vengo a buscar con este juego es de ponerlos justo en el medio, llevarlos a ser predadores y que terminen siendo presas.
Aun hoy creo que no encontré el método para detectar los peces: punto fijo y espera, paneo lento, distancia, color y forma, brillos y sombras, etc… Se depende exclusivamente del guía que hace el primer avistaje y orienta al pescador, esta situación es clave poniendo total confianza en él y asumir que esta pesca se hace en equipo con mérito repartido.
Experiencia y Oportunidad
Fueron tres días de puro amague, la mitad del viaje consumido en intención de pesca y un temor que sube vibrando al pecho empieza a cambiar los ánimos, al borde de caer en la decepción dudando si la inversión fue acertada.
No sé si el tiempo suma o resta, si miro lo que pasó, es experiencia, si miro lo que falta, es oportunidad… En estos dos ejes tengo que enfocar la fe para no resignar esas expectativas del comienzo. Hasta acá la experiencia no es mas que la acumulación de oportunidades y de cada una se aprende, entonces la clave para conseguir atrapar un pez es estar preparado en todos los sentidos para aprovechar al máximo cada ocasión que se presente.
Después de almorzar bajo la sombra de unos arqueados cocoteros, Reinier, nuestro guía, nos plantea que es buen horario para Palanquear el Arrecife. Palanquear es el término que usan los guías para impulsar el bote con una vara mayor a los seis metros de largo, desde una plataforma elevada en popa, que además les brinda un ángulo mas adecuado para atravesar la superficie del agua con la vista. De esta forma se rastrean los peces entre fondos irregulares y colores variados…
De pronto Reinier me dice:
_ Fabio, mira, una mancha a las dos, quince metros.… La “mancha” es un cardúmen, en este caso de cinco o seis peces; “a las dos” indica una posición respecto al bote, este se transforma en un reloj apoyado en el agua donde la proa da las doce.…
_ ¿Los viste?...
_ No.
_ Apunta con tu caña donde crees que están… bien, un poco mas a tu derecha…
_ Ahí, ahí, ya los veo… se alejan en el mismo sentido nuestro.
_ Ahora busca el momento.
Reinier solo se dedica a perseguir los peces y mantener la distancia, el resto depende de mí.
El problema es poner la mosca frente a los Tarpones sin que la línea les caiga encima, o peor aun, que la mosca golpee sobre ellos y los asuste, como en el dialogo inicial… No hay mucho tiempo para pensar, se alejan mas rápido que la velocidad de palanqueo. Así son las oportunidades y casi únicas a ese momento…
Ser zurdo me dio ventajas y logré hacer un lanzamiento único para que la mosca caiga a metro de distancia, un tanto adelante del costado izquierdo que mostraban los peces, el golpe sutil que dio en el agua mi pececito simulado, llamó la atención a uno de los Tarpones que rompió la formación en su búsqueda, apenas lo moví con un par de tirones, el pez aceleró su natación para atraparlo. No se quien de los dos abrió la boca mas grande, inconcientemente con mis gestos me adelantaba a sus movimientos como si pudiera influenciarlo en algo…
Son pocas las veces que un pescador puede presenciar esta acción, y realmente se debe tener un temple especial para no quedarse inmóvil en el momento justo…
Conforme con su presa el pez busca retornar a su formación con total calma, si me apuro probablemente me quede sin hacer contacto, con un firme tirón le doy a entender que algo distinto metió en su boca, acelera y lo freno… bueno, intento frenarlo, ahora nervioso y enojado, “corre y vuela”… lleva línea, frena, recupero línea, lleva otra vez y vuela… así un rato cada uno tira y afloja cansándonos. Poco a poco nos vamos acercando y queda al alcance de la mano de Reinier, con un hábil movimiento lo iza hasta dejarlo en mis brazos acunados, imagen del recuerdo y al agua otra vez acariciándole el lomo mientras se va buscando su grupo…
Miradas cómplices y golpe en alto de manos abiertas sueldan un vínculo de oficio. Una presión en la garganta empuja la lágrima, y esa hombría, ahora de mar, con vergüenza obliga a esconder la emoción simulando un gesto de recio pescador, queriendo demostrar que solo fue uno más. Pero en el corazón queda una marca eterna que acompaña una muesca de sonrisa en el sueño mas profundo.
_ Fabio!!!... Son las seis, despertate que llegás tarde!!!

Ver Video Pesca en Cuba 2010




Para un pescador apasionado haber llegado a pescar en Cuba, así de literal la cosa, es como el sueño de un pibe.
En una de esas visitas domingueras en casa de mi padre, con mis hijas revisábamos una caja donde mi madre guardaba algunos recuerdos míos y de mis hermanos. Ahí encontramos esta carta que escribí a mi papá mientras estaba de viaje. Mas allá del papel viejito que le da ese toque sentimental, recurro al amor de mi mamá por haberme dejado este resumen de historia.
Esa fantasía de imaginar un atún en el arroyo Ramallo cobra vida ahora que casi huelo la sal, y se funde en las tardes de verano después de la siesta, cuando las sombras de los árboles alcanzaban la otra costa del arroyo, los pájaros buscaban acomodarse para pasar la noche, y la calma delataba cada movimiento sobre del agua; mientras mi abuelo, a tiro de mano, me daba la libertad de pararme sólo frente a la orilla.
Es curioso pensar que esa carta fue escrita casi 40 años atrás, donde descubro tal cual hoy la vida me fue formando, por un lado croquizando un viso de diseño arquitectónico; sin embargo como pescador, ya un tanto novelero, animándome a escribir historias de pesca.


San Nicolas
3 de lo 8 72
Papá el abuelo me tejio otro mediomundo el otro dia pesque una boga y un moncholo de un metro un día pesquando y pesque como un millon de mojara y ese mismo tiepo salta un atun de veinte metros y el abuelo tiro la volla grandota y le piquaron y el abuelo no recojio y después recojio y se quedo sin quarnada.
Y mamá saco las pajas y pinto la pared color rosa clarito y las sillas las forro color marron con flores




domingo, 23 de octubre de 2011

La NoNeim

La NoNeim es justamente una mosca sin nombre, no lleva nombre por que no lo merece, por que es una irrespetuosa del arte de atar…
Es una mosca para vagos…
para los sin tiempo…
los apurados…
los desprolijos…
los que van a pescar seguido…
para los novatos que necesitan estoquear moscas al encarar su primer veranito…
es una mosca pa´l sacrificio…
llena fácil una caja y posibilita armar una serie de tales colores…
simple y humilde…
sin panza ni lomo, sin ojos, sin cachetes ni agallitas, nada que la distinga…
fea por si sola….
y hasta no lleva anzuelo…

Muchas veces me pasa de pensar, según el lugar…
_ Esta mosca está muy linda para perderla en un palo o que termine destruida en la boca de un doradito, mejor la guardo, se merece un buen pescado!!!.
Y a veces no hace falta que se destruya mucho para separarla de la caja… una pluma que se corte, los ojitos que se desprenden, incluso hasta los de plomo suelen partirse… chau mosca!!!.
Aunque en algunos casos la pueda rehabilitar es difícil que quede igual, y es probable que en el momento no tenga un reemplazo parecido.
También me pasa de llenar una caja de moscas y dudar cual voy a usar en ese momento… o de reordenar la caja cuando vuelvo de pescar y descubro una linda mosca que se perdió en la montonera…
Por si fuera poco me cuesta mucho hacer dos moscas iguales entre la variedad de materiales que utilizo cuando juego al atador…
_ si le pongo ojitos o no…
_ si le pongo agallitas, lo mismo con los flancos, y de que color??…
_ cuales colores combino??… cuerpo y cabeza, lomo y panza… uf.. ya me cansé!!!
Supongo que esto no solo me pasa a mí, por eso lo comparto.

La mosca… bueno, eso…
Si bien el atado es todo un arte y para algunos casi un culto, mi objetivo es pescar, y partiendo de eso llego a la simplificación, planteando una mosca que sea fácil de atar, rápida, económica, duradera y versátil.
La monocromía define una mosca con el 100% visible, mas una silueta simétrica que disimula los defectos de natación por un problema de atado o posición del anzuelo…
El frente de cabeza tipo andino genera desplazamiento de agua que provoca los movimientos casi naturales de un pez.
Creo estos son los puntos básicos para definir este patrón de atado. Apropiado a los ambientes que acostumbro pescar donde la visibilidad bajo el agua no es plena. A esto se le agregan las propiedades con que cuenta cualquier mosca tubo, respecto a las variables permitidas sobre tipo, forma y posición del anzuelo.

Bricoflai…
El atado requiere de unos pocos materiales y económicos…
Pelo sintético y los brillitos, que tal vez no sean indispensables si vamos al extremo de simpleza.
Remaches tipo “pop”, para el caso utilizo de acero inoxidable.
Protectores auditivos tipo “pinitos”, que ya vengo mencionando en otros artículos.
Preferente utilizo como pelo el CraftFur de la marca Rainys, por su calidad, largo de pelo y variedad de colores. Los brillitos son hebras que se desarman de telas para el diseño de ropa y gracias a esto se consiguen muchos colores.
En principio se arma el tubo con el “pop” y las piecitas fragmentadas del protector auditivo, y no es necesario fijar nada entre si.
Para montar el tubo en la morsa se utiliza un anzuelo sin ojal y sin punta, mas que nada por seguridad.



Sobre el paso a paso es muy simple, se separa la secuencia en dos partes para atar un mechón de cola y otro que hace de cabeza y cuerpo.
La cola se ata sobre el tramo de remache que queda entre el conito y el tubo conector. Partiendo de un mechón de C.Fur, al que se desecha el subpelo, se debe cubrir el perímetro completo, sobre este mismo se agrega también en todo el perímetro las hebras brillosas. Anudar, cortar y cementar para seguir en el otro sector de la mosca.
Para la parte final prácticamente se repite el paso anterior entre el conito y la cabeza del remache, aunque ahora descartamos los pelos mas largos y mantenemos el subpelo, además no lleva hebras de brillo… El frente del conito aporta a la silueta de la mosca y junto al tope del remache permite armar una prolija cabeza andino.
Se debe ser cauto en cuanto al volumen del C.Fur. El conito siliconado ayuda a formar una buena silueta con poco material, también prefiero dejar aproximadamente un centímetro mas largo las hebras de brillo sobre el largo del pelo sintético.
Respecto al tubito conector que se rescata también del protector auditivo, es para vincular la mosca y el anzuelo. Este material de propiedades elásticas le da buena sujeción al anzuelo, admitiendo variedad de marcas y tamaños de ojal, también le confiere movilidad dentro de la boca del pez mejorando la clavada. Conviene dejarlo sin atar por dos motivos, reemplazarlo en caso que se rompa por los mordiscones, y duplicar la posibilidad que se desconecte tanto del tubo como del anzuelo, permitiendo liberar la mosca de las mandíbulas del predador.





La forma de vincular una mosca tubo al leader de la línea es un método que aplico en función de lo que voy adquiriendo en la práctica, y por lo que puedo aprender de compartir salidas de pesca con amigos mosqueros experimentados.

El sistema comprende el cable de acero, plomito perforado, “mosca tubo” (para ser mas claro solo se muestra el tubo) y el anzuelo.


Conexión del anzuelo al tubo.

Si bien la variedad de anzuelos que se pueden utilizar es amplia, actualmente estoy probando los anzuelos Matzuo Octopus. Debido a la posición del ojo de este anzuelo calzado en el tubo, tiende a que la punta se ubique hacia arriba, otorgándole para mi el mejor método antienganche. Este método permite ubicar la mosca en los lugares más difíciles con menor riesgo de perderla y mayor posibilidad de pique.
También se puede variar el lastre agregando plomitos pasantes en el cable de acero.


Un detalle que no es menor tiene que ver con el nudo del cable de acero que se hace sobre el anzuelo. Para eso utilizo una especie de “ochito” al cual no hace falta cortar muy al ras el sobrante de cable, que de todos modos queda atrapado dentro del tubo conector.

Para vincular el cable de acero con el leader de la línea preparo un “arito” que se arma al hacer un doble nudo simple, al tensar busca de formarse también un “ochito”.
Sin cerrar este nudo se atraviesa cada cavidad con el monofilamento y se realiza un nudo tipo Duncan (Uni) corredizo.





Este empalme tiene la ventaja que ambos materiales traccionan prácticamente sobre el mismo eje.


A esta misma mosca se le puede agregar un simple accesorio para darle propiedades de popeo en superficie, conformado por unas capas de Goma Eva con figura trapezoidal, atravesadas por un tubito plástico que se le abocinan los extremos acercando una llama suave.
Casi sería para lograr un efecto Titanic, a este lo llamaría lanchita PO-PO…






Por ultimo, cuando planteo que esta mosca debe ser monocromática, tengo una particularidad preferencia por los siguientes colores y un porcentaje aproximado a considerar en mi caja de moscas.
50% de moscas negras.
30% de moscas amarillas, especialmente con el Golden Yellow de Rainys.
10% de moscas verdes, contemplado en el Bright Green de Rainys.
Y 10% de otros colores pudiendo ser gris y rojo…
Dentro del negro caen los azules, púrpuras y por que no rojos, el Golden yellow cubre los naranjas y amarillos, el verde brillante incluye al chartreuse mas otras yerbas, y un gris claro para abarcar hasta los blancos.
Los brillos se mantienen dentro de la misma gama del color del pelo.



Esta ultima imagen muestran la gama básica de colores y particular método para sostener la morsa que me permite liberar la mesa de atado, pero sobre todo mejora una postura corporal reduciendo el cansancio a partir de poder apoyar los codos sobre la mesa, que también contribuye a la precisión y prolijidad en las terminaciones.

Para ser honesto, por ahora este método o teoría solo lo estoy aplicando en mi región, justamente donde pesco con mas frecuencia y las posibilidades de grandes dorados son escasas, esto va en relación al tamaño de la mosca mostrada, también limitado por el material escogido… pero sin dudas que voy a empezar a aplicarlo a otra escala con otros materiales.

Y lo que debe quedar en claro, por eso también juego un poco con el nombre, que esta mosca tiene características tomadas de las conocidas moscas Andino, de las que ya creo que han superado la categoría de moscas para llegar a ser todo un sistema.
Tal vez se la podría llamar la Andino NoNeim, o simplemente no llamarla de ninguna manera… como por ejemplo, cuando le preguntás a tu compañero…
_ Che, que pusiste que tené pique a cada rato…
_ Estoy con mosca negra…
_ Y???... dale…
_ Bueno che!! e´ de crafur con cabecita andino… y lastrala un poco…
_ Ahá!!! Gracia… tené una de má…
_ Noop, era la última…. Je, je…

Buen atado, buena pesca, buena devolución…
Fabio



sábado, 20 de agosto de 2011

Matriz para atado de la "Titanic"


Dicen que esta mosca se las trae… Sinceramente no la he probado, pero según cuentan está funcionando muy bien en algunos ambientes particulares para la pesca del Dorado.
Aprovechando lo que me prestaron en ARPEMO, pude armar una matriz para atar el “casco” de esta mosca, y por este medio lo pongo a disposición en mi sección “PescARTEsano”.
Seguramente se podrá rastrear en cualquier sitio de Internet el paso a paso del atado de esta mosca.

Espero les sea de utilidad.
Fabio


Descargar *.pdf para imprimir, desde este link 

Matriz para atado de la Titanic

domingo, 31 de julio de 2011

Correo de Lectores – Revista “El Pato” – Noviembre 2008

Hola gente, me resultó muy grato leer la ultima editorial de la revista… cada tanto viene bien una buena. Últimamente es una constante leer en cualquier editorial, nota o correo de lectores, donde se hacen ver las malas acciones en cuanto al uso de nuestros ríos. Se que es un deber para quienes dirigen estas publicaciones hacer notar las situaciones que afectan a sus lectores, además de asumir la responsabilidad que les cabe por ser formadores de opinión, y en tal sentido, por promover constantemente la practica de la pesca en forma consiente, respetando el ambiente y sus especies, como así también a quienes nos vinculamos a la pesca, desde el lugar que fuera.
Básicamente quiero destacar el trabajo que uds. hacen y cuanto tienen que ver con estos cambios mencionados en la editorial de Septiembre, cambios que son cada vez más visibles.
A mi entender, “El Pato” en sus diferentes formatos, es el medio de comunicación referente de la pesca como entretenimiento en nuestro Litoral. Son pocos los que pueden recoger información de distintas fuentes y ámbitos, como lo hacen uds., eso les merece cierta jerarquía que deberían saber aprovechar quienes tienen en sus decisiones el destino de nuestros ríos.
Más allá de esto, creo que los “pescadores a caña” no podemos esperar o depender que los responsables de definir el uso de los ríos, actúen como creemos que deberían hacerlo. Dudo que los constantes reclamos y denuncias tengan efecto, y eso es triste, por que supongo estimaran que no son considerables, o habrá seguramente “otras prioridades”.
Cualquiera sabe que los “pescadores a caña” no van a cortar puentes solicitando que se ordene y controle la pesca comercial, que tampoco van a manifestarse para pedir que las provincias acuerden leyes comunes a una cuenca, o que simplemente se cumplan las existentes, en este sentido me atrevo a mencionar una situación simple, que por tal, evidencia la intención de los funcionarios a la hora de decidir por el futuro de lo sustentable. En Rosario se puede ver la venta del Dorado en cualquier tipo de comercio, a pesar de la Ley provincial 12722 que lo protege, sancionada hace mas de un año, sin embargo los pescados que se exhiben no cumplen siquiera las medidas mínimas que la ley anterior promulgaba, medidas transparentes a cualquier tipo de control. ¿Control?
Viendo esto se podría justificar a cualquier “pescador a caña” que no cumpla con las normas, sabiendo que el daño producido al medio ambiente es mucho menor al que genera la pesca comercial descontrolada… Sin embargo, pienso todo lo contrario. Creo que la herramienta mas simple que tenemos cada uno de los actores que nos vinculamos a la pesca como pasatiempo, para hacer notar nuestras intenciones, es que la practiquemos concientemente, dando el ejemplo desde el lugar que nos cabe, somos los únicos que podemos poner el verdadero valor que la pesca recreativa se merece, sobre todo en nuestro Litoral.
Por eso felicito a los medios de difusión, a los prestadores de servicio y especialmente a los “pescadores a caña” que se comprometen con el cuidado de los ambientes y los peces.
Un abrazo.
Fabio Baena – Rosario

Es curioso notar que pasaron casi 3 años de esta nota y no cambió en absoluto el tema puntual que se menciona por la venta de dorados fuera de medida. Pasear por la costanera Rosarina a la altura de la Florida, donde se instalan los puestos de pescadores, permite apreciar una gran cantidad de dorados que rozan los 50cm, colgados en las típicas gancheras. Esto esta la vista de cualquiera y no hace falta disponer de operativos  especiales para efectivizar un control, como tampoco es necesario reconocer la ley 12722, que a mi entender debería ser derogada para al menos no sentirme tan burlado.



sábado, 23 de julio de 2011

Acuario Río Paraná

Texto, Fabio Baena. Colaboración, Andrés Sciara y Gabriel Paccioretti

Hace mas de 70 años se construía en Rosario “El Acuario”, así se lo llamó siempre debido a que la muestra de peces era el espacio más reconocible, aunque su verdadero nombre siempre fue “Estación Hidrobiológica de Rosario”.

Actualidad y fututo de este importante centro de investigación y educación santafesino dedicado al majestuoso Paraná.

Historia y realidad
Repasemos un poco la historia, según describe Raúl Ringuelet, referente de reconocida trayectoria en la ictiología Argentina, - “La estación Hidrobiológica de Rosario” se concreta según los planes del Dr. Tomas Marini, jefe de esta División, a través de fondos particulares cedidos por firmas industriales de la provincia de Santa Fe, con el fin primario de resolver el despoblamiento ictícola del río Carcarañá, etc. Para evitar el empobrecimiento alarmante de la hidrofauna de los afluentes del Paraná, transportando peces jóvenes aguas arriba de los ríos. (Notas del Museo de la Plata – Tomo V Nº34 – 1940).-


Las firmas industriales mencionadas por Ringuelet, eran los usufructuarios de las tres represas que truncaban el fluir normal de las aguas del Carcarañá. Los pobladores aguas arriba de estas represas se hicieron escuchar a niveles de gobierno en reclamo de la falta de peces, en respuesta a esto surge como posible solución la creación de la Estación Hidrobiológica.
Retomando el texto de Ringuelet, dice:
se incluye en el plan de trabajo a desarrollar paulatinamente;
  1. Población de las aguas aptas con embriones y alevinos de Pejerrey.
  2. Estudios biológicos en el río Paraná.
  3. Creación de un gran Acuario que permita realizar esos estudios y que sea una gran obra de divulgación y atractivo turístico.
El pabellón de exhibición se concreta en el año 1942, construido por la Municipalidad de Rosario y cedido a la Estación Hidrobiológica, dependiente del Ministerio de Agricultura de la Nación.
Así es como desde estos escritos, se puede comenzar a ver la historia del acuario. Que en su recorrido atravesó, como muchas instituciones de este país, las diferentes políticas que asumiera cada gobierno, cambiando de dependencias e incluso siendo transferido de la Nación a la Provincia.


Ahora, pensando en la historia desde la una visión mas personal, me atrevo a describir mi experiencia que seguramente debe haber sido similar a la de muchas personas que alguna vez visitaron ese curioso espacio.
Recuerdo caminar de la mano de mi padre recorriendo “la gruta” que diseñaba el espacio interior del edificio central, detenernos cada tanto tratando de identificar que “bichos” había detrás de cada vidrio, jugar a reconocerlos entre anécdotas reales y un tanto fantasiosas. Días atrás le comentaba a mi padre que estaba escribiendo una nota sobre el Acuario y sacó a relucir su memoria diciéndome que en su juventud, mi abuela era la encargada de organizar esos paseos. Caminando desde barrio Ludueña ella “arreaba la tropa” de chicos entusiasmados y curiosos, que pretendían descubrir a través de las peceras lo que ocultaban las aguas marrones del Paraná. Desde esos peces que muchas veces pasaban a ser parte del alimento frecuente provisto por mi abuelo, hasta lo que nunca hubieran imaginado y existiera.
Ahora me encuentro yo, casi armando una tercera generación de padres buscado entretener a sus hijos, y así un día quise revivir esa experiencia con mi hija menor y lamentablemente no fue lo que esperaba. Una simple recorrida a las instalaciones fue suficiente para formarme de opinión, y para mi hija fue totalmente indiferente, que era lo más preocupante.
Descuidado y desprolijo, y a veces no hacen falta muchos recursos para al menos ser digno. Sin criterio técnico y menos educativo, mezclado con venta de peces ornaméntales para nada autóctonos, tipo casa de mascotas, y algunas cosas más que no vale la pena entrar en detalles. Esa experiencia fue motivo suficiente para salir del lugar con gran decepción.
Como si fuera poco, dentro de lo que seria el área científica en el Acuario, casi para esa misma fecha, se engordaban Truchas intentando incentivar la cría con sentido productivo, con el objetivo de abastecer el mercado gastronómico local. Lo anecdótico era pensar cuan importante podría ser estudiar estos peces en Rosario, sabiendo que Argentina tiene un importantísimo desarrollo en otras provincias, mientras, para esa época, este Acuario ignoraba una gran mortandad de Armados que tapizaban la costa rosarina, y también se desentendía de lo que por entonces se discutía tanto, sobre cual era la madurez reproductiva del Sábalo para establecer medidas mínimas de su captura con fines extractivos, en medio de conflictos sociales. Evidentemente algo no andaba bien en este Acuario.
Distintos hechos transcurrieron en mas de 70 años, muchas actividades que luego fueron decayendo mientras el río progresivamente se empobrecía, y este Acuario se mostraba cada vez mas indiferente, a punto tal del olvido, tanto de la gestión publica, como de los mismos ciudadanos. Hace ya varios años que la exhibición de peces dejó de existir.
Rosario es la ciudad más importante sobre la cuenca del Paraná, y le debe mucho al río, desde lo más elemental como el consumo del agua y vertidos cloacales, el movimiento de cargas a través de los puertos, como jerarquiza el mercado inmobiliario, embellece el paisaje urbano, permite la practica de deportes náuticos, provee espacios de esparcimiento en sus márgenes, etc. Sin embargo por mucho tiempo no fue más que una simple franja plana de agua marrón, ignorando lo que pasa bajo esta. El río tiene vida propia y es importante conocerla.

Una mirada nueva
Desde hace ya un tiempo se viene trabajando para devolverle al río y la ciudad este punto de encuentro. Ahora se plantea un nuevo acuario estrechamente ligado a la investigación, la producción y la educación, sobre estos ejes se pretende que este espacio funcione como nexo entre la gente y el río vivo, entre la ciudad y el ambiente acuático. Que el acuario sea un interlocutor para que el río nos “enseñe” de él, y este acuario se transforme en la voz de referencia para la toma de decisiones de quienes dependa la salud del río.
Nadie puede discutir que el Paraná necesita mas cuidado, pero no podemos cuidar lo que no amamos, ni tampoco podemos amar lo que no conocemos.
A mediados de marzo, el gobierno de la provincia de Santa Fe llamó a licitación para la realización de la primera etapa de un nuevo proyecto. Este nuevo acuario se emplazará sobre el mismo terreno del existente, contiguo a las piletas públicas del Parque Alem, con una superficie de 2,5 hectáreas y un importante sector de vínculo directo al Paraná. Se plantea un uso público y abierto sobre el terreno natural aprovechando las pendientes, organizando un parque autóctono con flora y fauna del valle fluvial de la región.
El nuevo edificio que se implanta en el terreno se organiza en tres plantas principales. A nivel de piso se destaca un gran espacio abierto que da continuidad al parque sin interrumpir las visuales desde la Av. Frondizi hacia el río, además de organizar la parte administrativa y recepción de visitantes, bar y cafetería. Bajo este nivel, aprovechando la topografía del terreno, se incrusta el área de laboratorio de investigación y acuicultura experimental, áreas de servicio, salas de maquinas, etc. El nivel más alto contendrá el área de exhibición de fauna acuática, con unos 1000m2 para organizar los contenedores de la muestra, además de una biblioteca especializada de uso público e investigación, un auditorio para 100 personas y los espacios propios que requiere el mantenimiento de los acuarios, manejo del agua, etc. Todo esto se vincula a través de un gran espacio libre entre las tres plantas y una rampa que conecta cada nivel, destacándose que este edificio se puede recorrer íntegramente, tanto en las áreas de exhibición como las áreas de investigación y laboratorios. Un dato importante es que desde el concepto se concibió un edificio “verde”, incorporando el uso de energías alternativas como la solar.



Bajo la responsabilidad de la Secretaría de Estado de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Provincia de Santa Fe, la Estación Hidrobiológica de Rosario se propone como una herramienta que colabore a entender el ambiente acuático con la creación de un espacio para el estudio de especies de peces dulceacuícolas, y que desde el conocimiento se puedan lograr acciones para mejorar el sostenimiento de la ictiofauna.
Entre otras cosas, dicho espacio contará con la instalación de un Laboratorio de Acuicultura Experimental que permitirá realizar desarrollos tendientes a mejorar la cría de peces nativos. Además se evaluará la diversidad genética de especies de importancia comercial y ecológica. Este estudio permitirá evaluar el impacto de la actividad humana sobre la riqueza ictícola del Paraná. Dicho laboratorio contará con sistemas de recirculación con gran tecnología para el cultivo y la reproducción de especies de agua dulce tanto de clima templado/cálido como templado/frío. Una particularidad es que estas áreas de investigación serán accesibles al sector educativo e incluso a público interesado, desde ventanas donde se podrá observar el trabajo científico. Aunque en términos más específicos, se contará con visitas especiales sobre los proyectos en los que se trabaja.


El acuario como exhibición de peces autóctonos se transforma en la herramienta educativa más didáctica, especialmente sobre lo que pueda dejar de enseñanza a los más chiquitos. Mostrar los peces de la forma como acostumbran a representar los niños desde sus primeros bosquejos, a través del perfil, de la silueta, es lo que les permite reconocerlos ahora a través de una ventana al río, con el complemento de su entorno natural, sus hábitats y sus hábitos, ligado a la educación formal, la interacción con las escuelas a través de talleres, charlas y obviamente las visitas guiadas, también a la educación no formal, como espacio abierto al público en general a través de exposiciones, infografías, conferencias, debates, siempre teniendo al Río como centro.
No quedan dudas que este ámbito amplía y mejora la oferta turística de Rosario y la provincia de Santa Fe, admitiendo que no sólo se trata de un turismo recreativo, sino que aporta a la educación, a la cultura y también a lo artístico, dando por hecho que el arte y la cultura son parte esencial de nuestro río.

Una mirada desde mi sentimiento.
Como pescador deportivo me llena de esperanzas la recuperación de este espacio, por lo que se pueda lograr desde éste en beneficio de “nuestros peces”, por consiguiente en beneficio de los pescadores; como vecino de la ciudad de Rosario, festejo la recuperación de este tramo de río abriéndolo a la comunidad y generando nuevas propuestas al esparcimiento, de la que se beneficiaran no solo los Rosarinos, sino también los santafesinos y la nación toda.
Pero como padre de familia obviamente mi deseo es que este Acuario colabore en la difícil tarea que tememos de educar a nuestros hijos, en este caso desde un entretenimiento que vincula a los niños con la naturaleza y desde ahí entenderla para respetarla.
Recuerdo cuando mis hijas eran más chicas, en ocasiones solíamos jugar a “descubrir” peces nuevos en los diferentes ambientes que frecuentábamos, las crecientes del Paraná generan condiciones ideales inundando costas de fácil acceso, y estos sitios se llenan de peces de las más variadas formas y colores. Algunos de estos peces los llevábamos a un par de peceras que teníamos instaladas en casa y era un atractivo muy divertido para grandes y chicos… No solo por la variedad en forma y color, sino por las características de sus hábitos, sus movimientos, sus territorios, etc… Incluso tuvimos la suerte de que se reprodujeran en cautiverio, obviamente buscando lograr las mejores condiciones del hábitat y con algunos conocimientos previos de cuales peces se pueden adaptar mejor a la vida entre vidrios. Muchas de las personas que vieron esas peceras no podían creer que esos peces los habíamos capturado “muy cerca de casa”… Obviamente muchos de estos peces eran de especies que llegaban a dimensiones insostenibles en una pecera común y fueron devueltos al río, sin embargo, el gran atractivo lo proponían una enorme cantidad de pececitos que muchos no imaginaban que pudieran existir tan cerca nuestro.


No dudo que la gran mayoría de los lectores de esta nota dedicados a la pesca, se han encontrado con situaciones de tener que pescar con niños y sentirse gratificados por esto, es que en realidad creo que todos fuimos aprendiendo a pescar gracias a la ayuda de alguna persona mayor, esa fue nuestra escuela y espero así siga siendo.
Pero no dudo que este acuario será un importante complemento para conocer un poco mas de lo que pasa debajo del agua que tantas veces enfrentamos…

Creo que bien vale agregarla a este texto una frase que escuché hace poco y no recuerdo su autor, por lo que pueda significar este Acuario a esas personitas que buscan permanentemente entender ese mundo que los rodea:
Debemos preocuparnos más por los niños que le dejamos a este mundo, que por el mundo que le dejamos a estos niños. Ellos sabrán mejor que nosotros que hacer.

martes, 21 de junio de 2011

Brycon x 2 en Argentina

DUDAS Y CERTEZAS SOBRE EL GÉNERO EN ARGENTINA.
REVISTA ECOCIENCIA & NATURALEZA COMO PARTE DEL VINCULO QUE NOS ACERCA A LA GENTE COMÚN Y LOS ESPECIALISTAS.
Texto y fotografías: Fabio Baena – fabio.baena@gmail.com

Publicado en la Reviste EcoCiencia y Naturaleza Nº26 - 2011



Dudas
En la edición Nº19 de esta revista se publicó la “Ficha de Peces” sobre el Brycon orbignyanus, vulgarmente llamado Pirapitá o salmón de río.
Cuando leí ese artículo me puse en contacto con el autor de referencia indicado en la nota, intentando despejar algunas dudas que tenia sobre la especie mencionada, especialmente en dimorfismo y coloración que pude distinguir en algunos ejemplares capturados durante distintas salidas de pesca. En ese momento no contaba más que con mis observaciones y algunas fotografías de pobre calidad.
En febrero de este año, con amigos realizamos un viaje de pesca al norte correntino, precisamente en la zona de Scorza Cué, donde tuvimos la suerte de lograr varias capturas de estos peces, que además mostraban esas diferencias apreciables a mi forma de observarlos. Muchas fotos y ¡al agua nuevamente!
A mi regreso pude hacer una clasificación y selección entre varias fotografías para identificar esas diferencias con más detalles, y destacarlas a través de la comparación simultánea. Esto me permitió observar que ciertas características disímiles no correspondían a la edad de los peces, porque logramos capturarlos en varios tamaños; tampoco al hábitat, ni al clima, la alimentación, etc. Todos fueron atrapados en menos de una semana y un tramo muy corto del río. La única duda que me quedó, estaba en relación al sexo, debido a que no sacrificamos ningún pez y no podía saber si eran machos o hembras.
Debo aclarar que soy un simple aficionado a la pesca deportiva, sin tener ningún tipo de instrucción en las ciencias naturales mayor de lo que pude asimilar en mis estudios secundarios. Aunque tengo una particular afinidad por el conocimiento de los peces, especialmente autóctonos, y eso me hace ser un poco más observador de lo que tal vez sea la generalidad de los pescadores.
Ya con estos datos me atreví a consultar nuevamente sobre las particularidades de esta especie, escribiéndole al Dr. Hugo López, Docente de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de La Plata, Jefe de División Vertebrados de dicho Museo, a quien tuve la suerte de conocer personalmente en el Taller del Acuario Rosario (ECO C&N Nº23) e intercambiar algunas opiniones sobre Brycon en Argentina. Recuerdo que en ese momento me pidió que tratara de obtener más información, considerando válidos mis comentarios.
Atento y confiado en mi análisis, el Dr. Hugo López me propone que derive esta información al Dr. Flávio C.T. Lima del Museu de Zoologia da Universidade de São Paulo, Brazil, como especialista en el tema, y poniendo a mi disposición su dirección de correo electrónico.
Es así que le escribí al Dr. Lima, mencionando al Brycon orbignyanus como aquí se lo distingue vulgarmente entre Pirapitá Blanco o Pirapitá Amarillo, describiendo mis observaciones. Particularidades distinguibles se observan en la coloración, como se los describe entre los aficionados, blanco o amarillento casi naranja, también es muy marcada la mancha negra de la aleta caudal que se extiende sobre el cuerpo del pez. Sobre esta aleta se puede observar la extensión de los radios centrales, aun cuando es bastante difícil debido a que es muy común que estén incompletos. En cuanto a la forma, se evidencian diferencias en la cabeza y el lomo, pero hay un dato que no admite dudas, el tamaño de las escamas, fácil de corroborar con el conteo de estas sobre la línea lateral.

Certezas
Sinceramente debo admitir que tenía muchas dudas de si alguna vez obtendría una respuesta a mi consulta, especialmente asumiendo mis limitaciones en cuanto al conocimiento científico. Sin embargo, en poco tiempo, recibí un claro e-mail escrito con calidez profesional, desde un idioma que no conozco pero muy entendible para un lenguaje en común referido a los peces. Verdaderamente me llenó de alegría saber que mis observaciones eran acertadas, confirmando que en el Paraná Medio, incluso Inferior, había dos especies de Brycon, y hasta ahora no se habían descripto para nuestro país.
Brycon orbignyanus, Pirapitá (blanco), Salmón de Río, Piracanjuba en Brasil. Descripto en Argentina desde hace mucho años.
Brycon hilarii, Pirapitá (amarillo), Piraputanga en Brasil. Muy conocido en la cuenca del río Paraguay, en Paraguay y Brasil, que además había sido registrado en 1970 sobre la cuenca del Paraná en Brasil. Esta “nueva especie” ya había sido encontrada en la zona del norte correntino por aficionados brasileros a la pesca deportiva, siendo conocedores de ambas especies en aguas de su país, aquí podían distinguirlas con mayor facilidad.
Realmente, con esta noticia tuve la sensación de haber atrapado el pez más importante en mi historia de pescador, sin ser el más grande o el más difícil, tampoco el más bonito para adornar una fotografía, simplemente porque como todo pescador, más aun si la técnica de pesca es con mosca, el encuentro con los peces se torna algo intimo, para mi se trataba de una obsesión personal y casi insolente para desafiar a la ictiología.




Aficionados y Profesionales
Desde mi condición no puedo magnificar el real valor de la mención de esta especie para la Argentina, como pescador no me va a cambiar en nada, los seguiré pescando como siempre, pero sí me permite creer que aún hay mucho por hacer en la ictiología argentina, y eso suena entretenido, sobre todo para los que aman esta profesión y como estímulo para los que tiendan a formarse.
De esta situación me interesa rescatar parte de los mensajes mantenidos con Flavio Lima, que si bien estaban orientados a la ictiología especialmente, en el fondo hay un mensaje de amor por la naturaleza, donde se diluye la frontera del conocimiento científico con el conocimiento vulgar, y ese vínculo dudo que muchas veces se efectúe por temor al ridículo, y lo admito, más de una vez me sucede.
“El conocimiento e interés en los peces, como para cualquier grupo biológico, no está reservado sólo para los expertos, idealmente toda la sociedad puede y debe estar interesada en saber, y así ayudar a preservar la biodiversidad.
Lamentablemente sabemos que no es así, pero poco a poco tal vez este ideal se alcance, y una de las formas es precisamente la interacción entre expertos y aficionados, este último ayudando a divulgar y traducir el conocimiento generado por profesionales y proporcionar nuevos aportes al conocimiento, siempre que sea posible”. Dice Lima.
Cuando leí las palabras de Flavio me sentí con el deber de escribir esta nota, y como digo más arriba, vuelvo a pensar en el valor que pueda tener haber identificado este pez en la Argentina, y no lo sé… Pero sí estoy muy feliz por haberme encontrado con personas tan cercanas en lo afectivo y desde ámbitos a veces tan distantes.
Observar los peces en su hábitat, rastrearlos en libros, Internet, etc., para mi no es más que un entretenimiento, no tengo compromisos ni responsabilidades, escribo y me entrometo en la ictiología desde mis precarios análisis como un chico inquieto que juega y pregunta. Y esto me obliga a agradecer a muchos profesionales que en distintas oportunidades me brindaron sus conocimientos a través de respuestas sinceras y hasta tal vez muy obvias, inclusive restando tiempo a su trabajo.
Como “apreciador da natureza” espero ayudar a divulgar el conocimiento técnico, pero sobre todo espero ayudar a conservar los ambientes sanos, que me permita seguir disfrutando de los peces a través del tiempo.
Actualmente el Dr. Flavio Lima está preparando una revisión de las especies Cis-andinas del género Brycon, donde será incluida esta nueva distribución geográfica del Brycon hilarii.
Además de lo observado, es conveniente distinguir la dentición entre ambas especies, según cuenta Flavio Lima. Lamentablemente al momento de tener los peces en mis manos, no reparé en este detalle porque no sabía de su importancia.
Algo más, ambas especies se pescan con frecuencia frente a la ciudad de Rosario y más al sur también, especialmente en época estival, aunque en tamaños no mayores a los 20 o 25 cm, seguramente aprovechando esta zona para alimentación y madurez antes de su migración hacia el norte. Esto permite notar que ambas especies tienen una distribución geográfica bastante amplia.



Algo de Pesca con Mosca
Si bien el objetivo de esta nota es otro, los impulsos que envía mi cerebro a los dedos no pueden dominar lo que manda el corazón… Soy pescador de alma y no puedo dejar de escribir algo de pesca…
El Pirapitá es un pez que logró ubicarse dentro de una “elite” de interés para los pescadores con mosca, dada sus características de combatividad, con un cuerpo robusto y ágil a la vez, de maniobras veloces y algunos saltos acrobáticos que descubre su figura rompiendo el plano
de agua, además se logran portes muy interesantes para la escala promedio de un equipo simple y sutil como el de pesca con mosca. Es una especie omnívora y esto permite que pueda pescarse con imitaciones de peces, insectos o frutos, justamente por esto frecuenta las costas arboladas en aguas claras y moderadas, condiciones muy apropiadas para la pesca con mosca donde el juego consiste en ubicar el engaño bajo los árboles. Para esta visita al norte correntino pusimos a prueba una nueva y revolucionaria técnica de pesca con artificiales… También traída a la Argentina de la mano de nuestros hermanos brasileros. Consiste en una simple esferita plástica enhebrada en el anzuelo, la cual se debe “castear” (lanzar) bajo los árboles con precisión y habilidad para que su golpe en la superficie del agua simule la caída de un fruto, técnica que se logra perfectamente con un equipo de pesca con mosca.



Pero en la pesca con mosca del Brycon, mayor fue mi asombro cuando leí “Una Contribución al estudio del Pirapitá (Brycon orbignyanus)” por Ana L. Thormahlen de Gil – Revista del Museo de la Plata – 1949. Extracto de Pg. 365. Dice:
Se han publicado algunos artículos no científicos sobre el pirapitá, llamado también “pracanjuva”, que por ser un pez deportivo interesa mucho a los pescadores.
Así tenemos el artículo de O. C. Trevor del año 1940, titulado: Fishing for big Pracanjuva on the Alto Uruguay en Guide Dorado Club, Buenos Aires, 140, 25th, nv, 56-63 y dice lo siguiente:
“Los minnows” o pescaditos artificiales se usan para la pesca del pracanjuva, además de la caña, carretel y paternóster. La pesca con mosca consiste en un anzuelo al cual se le atan unas cuantas plumas de aves, las suficientes como para cubrir el hierro. El cuerpo de la mosca se hace con lana adherida a unos pedazos de “tinsel” plateado o dorado del tamaño que se deba dar, de acuerdo al “reel” (molinete) y la caña que lleva…
Y el texto sigue con datos muy ricos en lo que respecta a la historia de la pesca en Argentina, y justamente en esto hago hincapié. Se esta documentando aquí que en 1940 se pescaba el Pirapitá con mosca, lo que e lleva a pensar si los peces autóctonos no se comenzaron a pescar con esa técnica antes que las propias truchas introducidas en 1900, con el verdadero fin de la pesca deportiva y obviamente con la modalidad del “fly fishing”. Sinceramente estoy seguro que se pescaban truchas con mosca antes de 1940, pero tengo dudas si existe algún documento escrito que así lo demuestre.
Todo esto me provoca una gran inquietud y me cuesta asimilar cuánto queda por investigar sobre nuestros propios peces, mientras pienso cuánto se ha avanzado con las especies foráneas. Seguramente no estoy descubriendo nada nuevo, como lo del Brycon en Argentina, pero no puedo dejar de expresar una cierta decepción por el interés y orden de prioridad que asumió Argentina respecto al cuidado de nuestros peces.

Para leer más sobre “Una contribución al estudio del Pirapitá”, se puede descargar el documento completo en: http://ictiologiaargentina.blogspot.com/