En este blog se trata de SEGUIR PESCANDO a través del texto para mantenernos conectados con la pesca. Y el de promover diferentes acciones o actitudes para que podamos SEGUIR PESCANDO a través del tiempo.
Aquí encontré la forma de agrupar y compartir algunos textos publicados en diferentes medios donde tomé participación, con el solo interés de difundir mis experiencias y opiniones.
Espero continuar agregando notas que puedan tener interés en los lectores que quieran SEGUIR PESCANDO.

viernes, 7 de noviembre de 2014

Redes insociales
























Sábado media mañana, red apostada cruzando de lado a lado el arroyo Monje, a lo lejos veo una canoíta, supuse eran los dueños, así que tiré un zoom al mango con la cámara que abarque la red y la canoa… Ahí me di cuenta que además estaban colocando otra red… Me les jui al humo!!!
En el camino me iba manijeando y pensando cómo encararlos, medio me hice el machito porque atrás mío venia el Guille… Calentura mal, indignación, y nudo en la panza porque da cagazo enfrentar un desconocido sin saber qué tipo de reacción podría tener, y la verdad que me podría haber hecho el boludo y mirar para otro lado para evitar una situación incómoda, pero se ve que como no habíamos pescado nada, me dio tanta bronca esta situación que se viene repitiendo, y me dije, estos giles están haciendo mierda el arroyo.
Encaro con un saludo corto:
A - Guenas!
B - Guenas!
Un dialogo de segundos con frases cortas, me salió lo que salió por que la verdad que estaba bastante nervioso pero convencido de hablar con esa gente.
A – ¿Saben que está prohibido poner redes acá?
B – (siempre habló el más joven) Si, ¿y?
A – Ustedes saben lo que hacen. ¿Son pescadores comerciales?
B – No. (Mirada firme, frente en alto amenazante)
A – Que bien!. Media vuelta y seguí camino aguas abajo.
No daba para más, pocas y tensas palabras… Varios metros después me di vuelta de nuevo y ya estaban levantando la red. Me metí monte adentro para seguir mi camino y escuché el motor de la canoíta que salía del arroyo.
Es una situación realmente incomoda, estimo que a pesar de lo impetuoso en la respuesta, al tipo le molestó que un pelotudo cualquiera le haga notar que se está mandando una cagada, levantó la red y se fue, imagino que deben ser “turistas” acampando en el camping de la desembocadura que se traen un botecito liviano a tiro de cualquier vehículo, imagino eso porque un local no sería tan boludo de calar redes un sábado que va tanta gente, y no era gente que debía pescar por necesidad, me quedó bien claro…
¿Sirvió?, no se… a mi si porque vencí un miedo… aunque de todas maneras me queda la incomodidad de saber que me puedo volver a cruzar con ese tipo… él me va a reconocer y yo no, y ahí veré que pasa por que a ese lugar no voy a dejar de ir, y no voy a dejar que se sigan mandando estas cagadas.

lunes, 1 de septiembre de 2014

QUE CADA TANTO ME LLEVE UN PESCADITO NO HAGO NINGUN DAÑO!!!


Hablando de pesca en la cuenca del Río de la Plata, muchas veces, pero muchas y casi como una constante, escucho decir o leer en diferentes formatos de redes sociales que:
.- “EL DAÑO DEL RECURSO PESQUERO LO PRODUCE LA EXPORTACIÓN DE PESCADO”.
Esta frase que si bien tiene asidero, cuando la expresa alguien que practica la pesca de tanzas y anzuelos, al proponerle la “pesca y devolución”, suele complementarla diciendo:
.- “QUE CADA TANTO ME LLEVE UN PESCADITO NO HAGO NINGUN DAÑO!!!

Como punto de arranque debo establecer que soy partidario a la eliminación de la exportación de pescado de río, y que los bienes o servicios generados a partir de la pesca continental deben quedar en “casa”. Por otro lado, como pescador deportivo lo digo, no puedo dejar de ser crítico hacia este sector donde me encasillo, sector complejo por la diversidad de actores, ambientes y métodos probables de uso, a su vez, complejidad que acobarda a los estudios que no se asumen y postergan para establecer reales pautas de manejo. Sector que termina desviado por las “prioridades”.

¿Pesca Deportiva?

Empecemos por distinguir la pesquería, por un lado “pesca comercial” y por otro “pesca no comercial”, descarto de este análisis a la pesca de subsistencia o artesanal, siendo que a mi entender es de bajo impacto y tendiente a desaparecer.
De esto puntualmente procuro revisar la “Pesca No Comercial” que sería ni más ni menos lo que se entiende por pesca deportiva o recreativa…. Siendo que se practica por el solo hecho del pasatiempo y no requiere de una necesidad imperiosa del pez como alimento o sustento.

Esta pesca “No Comercial” se materializa PREFERENTEMENTE a partir de un aparejo mínimo de tanza y anzuelo, seguramente intervenidos por objetos que definen diferentes métodos de pesca, todo esto indistintamente si se pretende dar muerte al pez capturado o con intención de producirle el menor daño en el proceso de pesca y suelta. Sin embargo relativizo el uso de las herramientas por qué no puedo descartar que existan personas con el mismo interés no comercial, donde usan medios de pesca masivos tales como redes, mediomundos, atarrayas, espineles, barriletes, tarros, tramperos, robadores, etc.
Bien vale aclarar que cuando se plantea a esta forma de pesca por no ser de carácter comercial, solo tiene que ver con la venta del pescado y no el servicio de pesca que puede brindar un guía, porque acá entramos en otro tipo de análisis que puede ser motivo de debate. Burdamente describo una situación sencilla, por ejemplo cuando un guía de pesca en su tarifa admite la muerte de lo capturado, es como si hiciera pesca comercial “vendiendo” el pescado al precio fijo de la guiada, y el cliente notará mayor o menor beneficio de ese precio según el volumen o “calidad” de lo que se lleva. Argumento común entre quienes brindan servicios de pesca: “el cliente quiere llevar pescado para recuperar lo que pagó por la excursión”… Interesante punto para reflexionar con más detalles.

Volviendo al análisis de la Pesca Deportiva/Recreativa como tal, según la AICACYP (Asociación de Industriales y Comerciantes de Artículos para la Caza y Pesca), en Argentina hay 4 millones de Pescadores Deportivos. De esto podemos interpretar que se asocia a un 10% de la población Argentina (2014), estimada en unos 40 millones de habitantes.

Siendo cautos con el número y asumiendo que AICACYP podría tener un criterio de análisis tendiente a favorecer el sector, e incluso desestimando que la mayor concentración de habitantes en Argentina se localiza sobre la cuenca del Río de la Plata, adopto como numero supuesto y de análisis a 1 millón de pescadores deportivos/recreativos argentinos, que tienen como prioridad realizar su actividad sobre la Cuenca del Plata. Significando este número el 2,5% de la población Argentina.

Por otro lado, también se cuenta con el dato de que Argentina, según SENASA, exportó en el año 2013 unas 9.300 toneladas de Sábalos, cifra que se extrae principalmente del Alto Delta del Paraná Inferior y en tal sentido debemos saber que el volumen concedido fue un poco mayor a las 14.000 toneladas, cifra que no fue alcanzada por los frigorificos exportadores. Cabe aclarar que ese tonelaje es lo que se acuerda y define en la Comisión Nacional de Pesca Continental, integrada por las provincias que se vinculan a la Cuenca del Plata y la SAGyP de Nación, aunque a los fines del analisis pretendido, mantengo el rango de las 14.000tn siendo que es lo asumido por dicha comisión como un valor que no afecta el recurso pesquero/ambiental.

Con estas cifras, y acá viene lo duro, podríamos decir que en “Pesca Deportiva” se alcanzarían las mismas toneladas de exportación de Sábalos si cada pescador deportivo sacrificara al AÑO 14kg de pescado, o aproximadamente un kilogramo al mes sin importar la especie o la talla, que lo podríamos graficar como ejemplo si cada uno matara un Amarillito de 1,2kg por mes, o una Boga de 2,4kg cada dos meses, o un dorado de 7kg cada 6 meses, o un surubí de 14kg al año, o una raya de 28kg cada 2 años… o cualquier combinación de estas y muchas más especies.

Cuesta asumirlo pero es un número muy sencillo y se podría decir que bien cabe en un promedio del “pescador deportivo argentino”, metiendo en la misma bolsa el que sale a pescar todos los fines de semana con el que solo va una vez al año; el que no mata un solo pez por mas tentadora que sea la pieza para la parrilla, con el que cada vez que vuelve del río trae pescado para todos los vecinos; usando medios como la pesca con mosca (entendida como la menos nociva) o quien cala una malla en una boca a 50 metros de su paraje y mientras tanto sigue su pesca con la campanita en la caña para que no se le seque el asado. Todos estos pertenecen a la aun “indimensionable” pesca deportiva, y bajo este número que no existe cada uno se asume por fuera del impacto negativo a la pesquería.

En esos 14kg de pescado que se podrían asumir sacrificar al año, podemos ser flexibles al considerar o no lo que se “consume” como carnada, y otro dato que también se descarta es el que se produce por la “pesca y devolución” mal practicada, no se puede discutir que un pez, según el método u objetos con que se lo captura, forma de arrime, izaje, manejo fuera del agua y posterior suelta, implica un importante porcentaje de mortandad, incluso varios días después de su liberación.
Y convengamos que solo armé una comparación con el pescador deportivo argentino, pero no pocos saben que muchos turistas extranjeros son como hormigas exportadoras de pescado y cuesta asumir ese flujo. Los vecinos brasileros usan un transporte que sobre los mismos ejes se combina el pasajero y la cámara de frio, teniendo como base de acopio a centenares de minifrigorificos donde se procesa el pescado y mantiene en freezers distribuidos en los alojamientos que contratan como turistas.

Concluyendo!


Sepamos entender que este reduccionista análisis solo pretende establecer algún parámetro que dimensione otro de los tantos efectos que agreden la sustentabilidad del recurso pesquero, y que puntualmente se ajusta para ambos casos en un mismo momento histórico. En este sentido no podemos dejar de considerar que la regulación o eliminación de la pesca para exportación pasa simplemente por una decisión política/social o una especulación económica, pudiendo cambiar de un día para el otro según la voluntad de turno, la presión social, o las competencias que existen en el mercado.… En cambio, asumir el daño por una pesca deportiva mal entendida que minimiza el riesgo, y a partir de esto mejorar las practicas, son procesos muy lentos que no pasan solo por legislaciones o el complejo embrollo de optimizar los controles poniendo un vigilante atrás de cada árbol, pasa fundamentalmente por tomar conciencia cada uno desde donde está parado, y entendiendo que cada vez somos más los que pretendemos atrapar mucha cantidad de peces y que todos sean grandes.





lunes, 6 de enero de 2014

Pesca, más protección para “los grandes”.



















- Tirala al agua a esa Boguita, es un alfiletero!!!
Esta es la expresión más común cuando se pesca algo chico, y el pez se salva por qué no sería comestible.
- Andá Boguita, llama a tu papá o volvé cuando seas más grande!!!...
Típico mensaje del pescador al pez que va a “tirar al agua”, añorando una buena pieza, que cuanto más grande mejor para llevarla la cocina de su hogar.
Después aparece un segundo razonamiento en los pescadores (no siempre), como una evolución en el pensamiento, donde tirar el pez chico al agua pareciera tener un sentido proteccionista, aunque estoy casi seguro de que no sabe por qué, tal vez un pez chico da cierto remordimiento matarlo, como que es mas “inocente”.
Y así se van formando diferentes niveles y métodos más prolijos de protección, hasta quien no mata un solo pez sin importar especie ni tamaño y los devuelve al río mansamente… Esto sin pensar siquiera en las difusas y complejas normas que regulan la pesca, simplemente desde el sentido común de quien se acerca al agua para hundir un anzuelo.

A partir de una traducción del articulo Fishing; More Protection for Big Ones con la colaboración de amigos pescadores, armo un resumen para que sea más fácil de entender el por qué del título de esta nota, tema vigente y discutido varias veces, siendo que aquí se aprecian una serie de argumentos interesantes.

En resumen, se propone definir un rango de extracción, poner tallas de máxima y mínima para dar muerte a un pez, no como hasta ahora que solo se define una talla de mínima y no tiene limite hacia arriba, como en la mayoría de los reglamentos de pesca del Litoral.
El principal motivo se sustenta en la reproducción de los peces, hoy la talla mínima se define para que los peces, antes de ser sacrificados, al menos alcancen una madurez reproductiva para que logren como mínimo un primer desove.
Nuevos estudios definen que los grandes reproductores son fundamentales para la repoblación, si estos son sacrificados se favorece a los jóvenes reproductores que son mas inexpertos y tienen un rendimiento productivo menor. Se demuestra también que los grandes reproductores no solo producen desmesuradamente más huevos que los pequeños, sino también huevos más grandes con una descendencia más resistente.
A diferencia de muchos mamíferos, los peces crecen durante toda su vida y se reproducen hasta avanzada edad, y desde el punto de vista ecológico, es mejor si una población de peces está compuesta por diferentes edades y tamaños. Los peces de distintos tamaños y edades se reproducen en diferentes momentos, entonces si una acontecimiento cualquiera destruyese el ambiente del desove en un tiempo puntual, queda un respaldo en la diversidad de edades reproductivas. Por otro lado, también se logró demostrar que los peces jóvenes y viejos tienen diferentes lugares para permanecer, diferentes rutas de migración, y diferentes planes nutricionales, si se mantiene como hasta ahora una explotación que solo protege a los más jóvenes, afectará no solo a la performance reproductiva, sino también a toda la cadena alimentaria y el ecosistema.

Por eso se recomienda un “rango de extracción” que quedaría ubicado entre una talla mínima para proteger a los más jóvenes y una talla máxima para proteger a los más viejos.