Ufff… En que me
metí, que puedo versar de la Tarucha con tanto que hay publicado… pez postergado
si lo hay, de aire milenario y reciente conquista… y me pregunto si no entran
al pelotero para reemplazar los verdaderos bufones que supieron animar los
cumples… Algo así como… ¡y bué, e´ lo que hay!!. Mejor me planto acá, pretendo
hacer una nota ingenua.
Tarucha rosarina, Tararira
porteña, Dentudo santafecino, Soco santiagueño, Traira verdeamarela, Moncholo
colombiano, entre otros… del Guaraní Pirá ñaró (Pira = Pez / Ñaró = Peleador,
feroz).
Hoplias malabaricus para hablar
del mismo pez… Hoplias del griego,
hoplon = arma.
Historigrama
Este pez fue la
primer meta de trascendencia en mis orígenes de pescador, no sé, estimo unos 10
años de edad… llegaba de la escuela, tiraba el guardapolvo y almorzaba casi de
pié, bolsita bartulera de lona vaquero, lata de arvejas y cuchillito de cocina para
puntear la parcelita lombricera… en bici o a pata al Ramallo. Primero había que
mojarrear para encarnar… y hacía falta cierta ceremonia para alcanzar el
playito de la costa del frente, limpiar el piso, emprolijar el tendido de la
piola y despejar el perímetro para hacer helicóptero sobre el mate, clave,
coordinar el punto de suelta con el ángulo de la parábola…. Fiiiiuuuuu… plaf!!!
y volando con el hilo a cuesta salió una tapita de vino llena de plomo. Recuerdo
que una tarde me corrieron por el seco un par de taruchas… anécdota que no se
aburre de contar mi viejo en las reuniones familiares, más que nada porque esa
historia se arma cuando volvíamos del arroyo barriendo el piso con la cola de
los pescados, y el entusiasmo precoz adelanta en el relato al menor de la
bandita con su gracioso lenguaje prematuro, y una dramática perspectiva desde
su estatura, como para no fabularizarlo… Resulta que al recoger mi aparejo tenía
enganchada una tarucha en cada anzuelo de la brazolada doble, mi porte no daba
para izarlas, me crucé la cincha sobre el lomo y empecé a remolcarlas mientras
saltaban y zigzagueaban sobre el pasto… remonté la pendiente lo mas que pude mientras
la manada intentaba liberarme de los captores garroteando la persecución… una imagen
de la edad de piedra en la cabeza del gurrumín.
Ya con pelos bajo
la nariz, por segunda vez los “Hoplitas” fueron quienes me arrimaron al borde
del agua como en las Termópilas, cuando renací orientando mis nuevas metas,
antes revoleando plomos, ahora revoleando plumas…
Si bien mi primer
pez con mosca fue un dorado, atrapado con equipo prestado, debuté con mis
propias artes molestando las taruchas del bañado en la AMR (Aº. Seco), cada
diez ¡¡¡ooossooo!!!, lograba tocar una, que manera de joderlas…
Verdaderamente invito
a introducirse al mundo del tiro y traigo a través de este producto del
humedal. No exige destrezas en el chanchullo del arte, nada de equipos exquisitos
ni elegantes, ni moscas embrollosas de engendrar… Sin embargo requiere de sus carambolas
para embocarlas y eso le aporta gancho al juego.
Bioloverso…
Este pescadito es
fácil imaginarlo como fauna del paleozoico, parece un Celacanto de agua dulce. Como
si fuera un sobreviviente de la prehistoria… Esa fisonomía responde a las
mutaciones de evolución que supo adoptar, adaptándose a los bajíos donde se
arroga la jerarquía de máximo predador entre los peces. Y acá me atrevo a honorificarla
como “PEZ SIMBOLO DEL HUMEDAL”… siendo una de las especies más populares que
supo quedarse para burlar y dominar las condiciones inestables de estos
ecosistemas.
Aprendió a vivir en
ambientes Hipóxicos (condición en la cual la cantidad de oxigeno está por debajo
de lo normal), sabiendo ubicarse donde la competencia por el morfi le da casi
una exclusividad. Wikipedia tira un concepto que se copia y recopia en muchas
páginas de pesca y eso ya es suficiente para “creérselo”… dice más o menos que
este pez está adaptado a respirar aire sacando la aleta dorsal fuera del agua
“provocando un intercambio gaseoso por difusión”… Guau!, suena creíble por lo
curioso y así, a veces quedan los conceptos popularizados… existen peces de
respiración mixta (agua/aire), sin embargo no recuerdo ver aletas velíferas venteando
aire, y esto me invita a seguir investigando... Claro, lo que encuentro es
complejo de entender para mí y más aun para explicarlo, basándome en
bibliografía (Rev. EcoLogica) y webes varias que estimo confiables, deduzco en lo
concreto que contradicen al Wiki, siendo que la Tarucha tiene respiración acuática
exclusiva, y para esto logró un bajo y eficiente metabolismo con alta
capacidad anaeróbica, optimizando varios de sus órganos (respiratorios,
nerviosos) para obtener energía. Estas mismas cualidades también les permiten pasar
el invierno puesto que no migra como muchos de los peces que acostumbramos
pescar.
Si de un hoplon se
trata, el huesito de la foto deja huellas evidentes. Es una hemimandibula de
Tarucha apoyada sobre una bota de goma talle 45. Para limpiar sospechas podría
acreditarlo según:
Biología Acuática Nº8. Estudio de la dentición de
peces caracoideos de la República Argentina – Amalia Miquelarena (Instituto de
Limnología “Dr. Raul A. Ringuelet. UNLP – CONICET).
“Fig. 26.h. Hoplias malabaricus. Hemimandibula izquierda,
vista externa.
“Con respecto a este género, podemos afirmar que en
los ejemplares adultos la dentición es algo variable.”
Se deduce, por la
escala indicada en el grafico, que representa una hemimandibula menor a los
3cm, ilustrando un ejemplar bastante joven. En cambio, la fotografía, que no
podemos confirmar si es vista interior derecha o exterior izquierda, determina
aproximadamente que mide unos 10 o 12cm, tratándose de un ejemplar bien adulto. (foto: Guarú del Río).
Pescología…
Y bue, vamos a la
pesca que para verseo está lo previo, y por qué no lo que sigue… Lo concreto es
que me largué a escribir de este pez a partir del “Tercer tipo de encuentro
cercano”, ahora montado desde un kayak... Digamos que kayak y Tarucha se llevan
bien… Justamente porque este Ñaró habita sectores bajos y de poca correntada,
singularidad para mantener una posición de pesca flotando. Y hasta a veces la
pesca es una coartada para hacer exploraciones kayakisticas que tienen un
condimento adobado de aventura.
Las ventajas de
este tipo de nave privilegian el acceso a sitios truncados para medios
motorizados y sufribles para montaracear paso a paso. Sin confines en los
esteros, se puede sirgar el kayak por el seco para atacar aguas cerradas, que
se alimentan cuando el río crece (característica fundamental de los humedales).
Bordear arroyos márgenes por márgenes, perimetrar lagunas sin límites a la playitud,
atravesar o pescar la vegetación acuática, evitar empotrar las patas en el barro
para no maltratar al animal, por ejemplo cuando algunos pescadores por no
encastrarse las arrastran de ida y revolean de vuelta… también si te jode el
viento, paribles para revolear ratones, se puede buscar la margen más oportuna…
Pescar desde un
kayak permite acercarse a los ambientes bajos en todas sus magnitudes, no solo
para pescar desde el agua, sino que también se alcanzan márgenes para
desembarcar y darle a pata.
El equipo que elijo
y dispongo especialmente, caña 6 con línea de flote, punta en monofilamento del
largo de la caña, repartido en tres diámetros hasta un 0,30 más o menos, y
cablecito de acero en 20lb con snap por que me gusta boludiar cambiando moscas…
sin ningún tipo de particularidad, no soy para nada marquero y me joden los
tecnicismos o las sutilezas que no cambian en nada el fin, acá la pesca con
mosca pasa por otra cosa y no deja de serlo.
Sobre la técnica no
hay cosas raras, las explayo en dos situaciones geométricamente distintas, una
circular y la otra lineal…
- Pescar al vacío de una vegetación…
Con esta postura se
dispone de un perímetro cercano a los 360º, plantar el kayak entre las plantas para
abarcar un gran horizonte… recomiendo una maniobra de casteo que no viene mal ensayar
fuera de las obligadas, tratando de cubrir varios frentes agrandando el abanico
apenas girando el torso, habilitando también los laterales sin rotar los
hombros.
Se palpea un rodeo completo
antes de mudar la avanzada rastreando los albergues donde se agrupan, como
muchas veces pasa que tienden a colonizar territorios acotados dentro de un
vasto contorno anegado.
La vegetación típica
como yuyedal, no muy densa pero anclada al fondo, ofrece plenos sugerentes… “hagan
sus apuestas” a cada celda que acá no se pierde nada, hasta que salte la banca
con una explosión que asusta… la refriega
puede ponerse fastidiosa cuando el pez queda enraizado bajo la espesura subacuática…
aliviable desde el kayak que se arrima amable para desenmarañar la línea sin
chapotear tanto.
- Pescar bordes de transición tierra/agua…
En esta coyuntura
tenemos dos soportes para elegir, caminar o remar. Arranco desde tierra para
pescar la margen desde tu margen, se puede mojarrear a punta de vara cada
ensenadita, sin lanzar es bastante aburrido, animoso al solo efecto de pescar
vistos, digamos que si la viste, ¿no les bajas una mosquita al hocico?, la otra
es paralelear la línea divisoria entre medios, barriendo obstáculos al sesgo irregular
como descociendo la costa, ambas opciones condicionadas a un despliegue
limitado, y posibles interferencias en la flora terrestre.
Desde el agua, bogar
estos espacios marginales nos disponen a mayor dinámica, se puntean siluetas casi
como jugando al pan y queso… sin dejar de tocar cada golfito hasta calar un
antro, porfiándole firme porque hay más de una.
Subir la mosca al
seco suena lindo para explotar mejor las orillas, si se hace un análisis
básico, tiene más sentido y efectividad burlarlas desde tierra al agua, mientras
paciente espera como tronquito ahogado que algún transeúnte crédulo penetre su
dominio de tarascón.
La clavada del Pirá
hoplon con la blandura del flai, solo por mi experiencia, son más las erratas
que los engarces, la reincidencia ajusta la maña… Dejo que tome sin pincharla, que
arrastre unos centímetros tanteando la tensión para despertarle sensación de
vida en su boca, respirar hondo y latiguear…
En el video se
muestra claro el primer fallido por la sacudida instintiva, a los 36 segundos
se ve como hay una nueva tomada y casi se me escapa el chuzaso, impacto clave a
dominar, 5 segundos después salió la hincada firme.
Moscas… nada del
otro mundo, flotantes, muy muy entretenidas pero con mayores yerros… usarlas
aunque sea para jugar al arisco… nadadoras, tira de conejo va como piña, pongas
lo que le pongas de collar o cabeza… la contra es que se rompen muy fácil… el
craftfur para la pesca con mosca del litoral es como la lombriz… da para todo.
Ya está… a remarla…
Video y Fotos, kayakista
Diego Baena… y mías…